Una de las cosas que más me sorprendió de Alemania fue el saber que los empleados tienen por lo general 30 días hábiles de vacaciones en el año. Esto no es lo usual a nivel mundial, y es un privilegio que este maravilloso país hace posible.

Todavía recuerdo cuando obtuve mi primer trabajo aquí. Varios días después de la entrevista, me llamó mi futura jefa y me dijo que el puesto era mío y que tendría 30 días de vacaciones al año. Yo pensaba que había entendido mal el número, ¿cómo que 30 días?, ¿hábiles?, ¡qué maravilloso!

Otra cosa que para mí fue nueva también y que me encantó fue el famoso Gleitzeit u horario flexible de trabajo. Mi horario de llegada era de 7 a 9 am y podía salir a partir de las 3 pm. Siempre y cuando cumpliera mis horas, yo podía trabajar como mejor me conviniese. Así que, si un día quieres dormir más o tienes algo que hacer temprano en la mañana, pues empiezas más tarde y por supuesto sales más tarde. O si en la tarde tienes un compromiso y necesitas salir temprano, pues empiezas a las 7 am para poder cumplir tus horas.

Asimismo, fue nuevo para mí y me impactó mucho al principio ver lo que se deducía de mi sueldo por impuestos y seguro médico. Para ese entonces no sabía lo costoso que era todo eso. Sin embargo, la calidad de vida y calidad de país es un reflejo de lo que se hace con esos impuestos, así que está justificado y está bien.

Por último, tampoco hubiese imaginado nunca lo elaborado que es el proceso de aplicación a un puesto de trabajo aquí. El tema de los CVs, las cartas de motivación, referencias y certificados es casi que todo un arte en Alemania.

De ese tema hablaré en otra entrega, pero por ahora les dejo aquí los links de los portales más grandes de búsqueda de empleo: www.stepstone.de, www.monster.de