Desde que llegué a Alemania he visto cantidad de anuncios de mercados de pulgas. Son muy populares acá y los hay de todo tipo y tamaño. Por ejemplo, de ropa, de zapatos, de libros, cosas para el hogar, etc.

Sí hay que decir que hay mucho perol que nadie necesita, pero también se consiguen cosas chéveres, usadas, pero en buen estado y a muy buen precio. Hasta ahora, los más simpáticos que he visto son los de cosas para niños, sobre todo para libros, juguetes y ropa de invierno.