Esto es algo que me encanta de Alemania. No hay obsesión por el arreglo, la belleza, ni se le rinde culto al cuerpo como en Latinoamérica. Tampoco andas viendo por la calle mujeres con los senos o traseros gigantes operados, super maquilladas o siempre con el cabello ultra liso de secador.

Aquí la gente es más práctica y se le da más peso a la comodidad que a la belleza. Me parece demasiado chévere también que cada quien tiene su estilo y sale a la calle como quiere sin sentirse incómodo porque las otras personas lo miren feo o critiquen.

Claro, también por este mismo motivo se ven a veces cosas muy raras en la calle, pero en líneas generales es chévere, cada quien anda en lo suyo y se siente esa libertad.