La profesión de partera es una de las más antiguas en la historia. Esta figura ha desaparecido o no se practica como tal en muchos países. Los partos se llevan a cabo por los doctores y las mujeres no cuentan con el apoyo de esta figura que las acompañe durante el embarazo, en el parto y luego que nace el bebé. Sin embargo, en Alemania sigue siendo un término y una profesión actual.

Lamentablemente es un oficio no muy bien pagado, por lo que cada vez hay menos parteras. Buscar una partera aquí ya se ha vuelto un estrés y conseguir una es una bendición.

Una vez que la mujer pasa las primeras 12 semanas del embarazo y sale de la fase de riesgo, puede empezar a contactar a las parteras, esperando que alguna tenga cupo y diga que sí puede.

Cuando ya consigues a una, es la persona que te acompaña durante todo el proceso. Responde tus preguntas, aclara tus dudas, te da consejos, calma tus miedos, etc.

Una vez que el bebe viene al mundo, la partera viene a tu casa las primeras semanas todos los días a revisar al bebé y a la mamá. Luego los períodos se van alargando, cada dos, tres, cuatro días hasta que terminen sus visitas en unos 2-3 meses luego del parto.