La primera vez que entré a una librería en Alemania fue en Nuremberg. Desde afuera se veía bastante grande, pero jamás me imaginé lo fabulosa que sería por dentro.

Tenía tres pisos con libros de todo tipo, tamaños y precios, separados en distintas categorías o departamentos. Por ejemplo, historia, niños, deporte, colegio, alimentación, ciencia, etc.

Distribuidos en todo el local había asientos normales y también tipo camas reclinables, e incluso mesas para sentarse a ver los libros y hojearlos con calma, sin apuro de ningún tipo. Puedes pasar horas en las librerías y nadie te dice nada. Te hacen de comprar un libro toda una experiencia.

No todas las librerías son así de grandes, pero en todas las ciudades de Alemania que he visitado, he visto al menos una así. Igualmente es común que estas grandes librerías tengan un Café adentro, donde puedes pasar un rato ameno tomando o comiendo algo después o antes de hacer tu compra.