Cuando llegué a Alemania no hubiese pensado que aquí habría tantos latinos y españoles. Es muy común que andes en la calle, en transporte público, etc., y escuches a alguien hablando español. Asimismo, he vivido con frecuencia que va gente en el bus hablando por teléfono o con otra persona, creyendo que nadie le está entendiendo, y yo estoy ahí al lado entendiendo todo. Y la verdad, yo también me he llevado más de una sorpresa por andar de confiada creyendo que tengo un lenguaje secreto.
Los países latinos y/o de habla española que más tienen representación aquí en Alemania son Brasil, Colombia y España. Yo desde que llegué acá, he conocido gente de estos países, así como también de Venezuela, México, Perú, Argentina, Cuba, República Dominicana, Costa Rica y Paraguay.
Me gusta mucho escuchar los diferentes acentos, y me da ilusión siempre que puedo entablar una conversación, o incluso con el tiempo, una amistad con alguien de habla hispana. Asimismo, me resulta super interesante escuchar las historias de los matrimonios biculturales, y ver a los niños que crecen con los dos idiomas.
Hacer contacto con latinos o españoles en Alemania no es difícil, tienes diversas opciones para hacerlo. Por ejemplo, iglesias latinas/españolas (evangélicas o católicas), clubes o asociaciones de cultura hispana, locales de comida latinoamericana y/o española, y los diversos grupos de Facebook que hay. Asimismo, si extrañas los productos favoritos de tu país, los puedes conseguir en algunas tiendas de comida latina (que a su vez tienen sus páginas web), en supermercados asiáticos, o incluso en Amazon o eBay.
Por último, cada cierto tiempo y en diversas ciudades se hacen festivales latinos, donde consigues la comida típica de cada país, así como también artesanía, música latina (también en vivo), y a veces incluso grupos de danza.
Mis comienzos en Alemania no fueron muy fáciles. Sin embargo, estoy muy agradecida por dos chicas peruanas que conocí en mi curso de alemán en Nuremberg cuando apenas tenía unas semanas acá. Fueron muy importante para mí. Hoy, después de 14 años, aunque no nos vemos porque yo me mudé a Wiesbaden hace mucho tiempo, todavía tenemos contacto 
