La primera vez que fui a comer a un local con mi esposo, me cayó de sorpresa cuando llega la mesonera con la cuenta y nos pregunta que si juntos o separados. La verdad es que hasta mal me cayó la pregunta, pues me pareció algo impertinente. Claro que juntos pensé yo…

Luego mi esposo me explicó que eso es normal acá. Aquí no es como en Venezuela, que cuando llega la cuenta se hace una colecta entre el grupo o ya se habló de antemano quién invita o cómo se divide la cuenta.

Los mesoneros en Alemania siempre llevan la cuenta de qué consume cada persona para cuando sea la hora de pagar, pueda hacer su pregunta si juntos o separados. Si alguien invita, es juntos; y si es separado, cada persona recibe su cuenta de lo que consumió y no hay problema de quién consumió qué y de cuánto tiene que pagar cada quién. Super pragmático al mejor estilo alemán.