Cuando llegué a Alemania me encontré con algo que jamás hubiese pensado. Alemania es el segundo país del mundo con más extranjeros después de Estados Unidos. El país tiene casi 83 millones de habitantes, de los cuales casi 11 millones de personas tienen trasfondo migratorio, con uno de los padres proveniente de otro país.
Las ciudades donde más hay concentración de extranjeros son Berlín, Múnich, Hamburgo, Colonia y Frankfurt, siendo esta última la que se lleva el primer lugar. Aquí se consiguen personas de todas partes del mundo, sin embargo, los tres países con más representación en Alemania son Turquía, Polonia y Rusia.
Las guarderías y colegios son sitios donde se ve bastante reflejado lo multicultural de Alemania. Por ejemplo, las tres mejores amiguitas de mi hija en su guardería son mitad búlgara, americana y bosnia. Siempre me parece super interesante encontrarme con todas las mamás y las chiquitas, porque podemos conversar y ver las diferencias culturales que trae cada una.
Desde que vivo acá he tenido amigos, vecinos y conocidos de Perú, Rusia, Francia, Polonia, México, Grecia, España, Eritrea, Marruecos, Irán, Croacia, Italia y otros. Andar por la calle, en el médico, en el supermercado y en el transporte público es estar constantemente en contacto con otras culturas y sus diversos idiomas. Alemania es definitivamente el país de la diversidad cultural.