Alemania es definitivamente el paraíso del pan, ¡aquí se producen más de 300 tipos!  Las panaderías son super creativas en la producción de este rico y popular alimento.

Entrar a una panadería alemana es pasar primero un tiempo tratando de decidir qué comprar por la extensa variedad que hay. Para cada gusto, antojo o presupuesto hay un tipo de pan, dulce o salado.

Bien sea que te provoque un baguette clásico, los famosos croissants, un pan con pasas, con chocolate, con aceitunas, con semillas de girasol, con semillas de calabaza, con espinacas, con tocineta, con queso, con jamón o con manzanas, aquí consigues de todo.

Y si quieres vivir una verdadera experiencia de pan alemana, no puedes dejar de comer Schwarzbrot (pan negro) ó un Brezel (pretzel), que son los más emblemáticos del país.