Los alemanes aman los helados, esto es indiscutible. De marzo a octubre/noviembre abren sus puertas al público las más de 6.000 heladerías a lo largo del país. Aquí hay helados para todos los presupuestos, desde el más sencillo (1,30 Euros) hasta el más elaborado (aprox. 13 Euros).

Las heladerías tienen creaciones y sabores para todos los gustos, desde los sabores de frutas tradicionales, pasando por frutas exóticas, hasta cremosas elaboraciones con diferentes tipos de chocolates, nueces, galletas y otros. Incluso se consiguen helados de productos famosos como Nutella, Ferrero y otros.

De todos los helados fabulosos que se consiguen acá, hay uno en particular que es el más emblemático y característico del país, el Spaghetti Eis o helado de espagueti. Su precio varía entre 5 y 8 euros dependiendo del tamaño y de la heladería.

Cuando llegamos a Alemania en el 2008 mi esposo me quería llevar a comer esta “deliciosa especialidad”. Me explicó que el helado tenía la pasta, la salsa de tomate y el queso parmesano encima. La verdad lo acompañé para no hacerle el desaire, pero la idea no me entusiasmaba para nada. La pasta es divina, ¡¿pero en helado?!

Bueno, ¡qué cosa más rica! “La pasta” es helado de vainilla que pasan por una prensa para que salga como espagueti, la “salsa de tomate” es sirope de fresa y el “parmesano es chocolate blanco rallado”.

Esto es definitivamente una de las cosas más ricas que he comido en mi vida y se lo recomiendo a cualquier persona que venga de visita o a vivir a Alemania 😊