El apodo cariñoso más usado por los alemanes es Schatz, que literalmente traduce tesoro. Sus diminutivos serían Schatzi, Schätzchen y Schätzilein. Los alemanes son personas bastantes reservadas y selectivas en cuanto a afecto se refiere, por lo cual no le dirían esa palabra cariñosa a cualquiera.
Eso que hacen los latinos de llamar a todo el mundo mi amor, mi vida, corazón, mi reina, etc, aquí NO se hace. Jamás esperes que en la panadería o en el super te atiendan de hola mi amor que deseas. Y por supuesto tampoco se te ocurra decirlo tú. Reserva esa palabra solo para cuando tienes una relación cercana con alguien, como una buena amiga, hijos o pareja.