Este es un rasgo de los alemanes que me gusta mucho, les encanta leer.
Lamentablemente en Venezuela la lectura no tiene un rol tan importante, así como en Alemania. No se fomenta y tampoco se inspira a la población a leer. No hay bibliotecas (aparte de las de algunas universidades) y las librerías no se comparan con las de acá.
Los alemanes leen mínimo entre 5 y 10 libros al año. Es muy común verlos en el bus, en el tren, en los parques, en los lagos o en algún café leyendo un libro.
Alemania tiene bibliotecas con todo tipo de medios audiovisuales, que invitan a pasar un rato allá. Igualmente se pueden alquilar estos recursos para llevar a casa y la cuota anual es bastante solidaria, entre 10 y 20 euros.
Aquí no hay excusas para no leer.