Esta forma de ser me pegó bastante al principio y después de tantos años acá, a veces todavía me pega. Sin embargo, en líneas generales me parece bien que los alemanes sean tan sinceros, directos y pragmáticos porque tú sabes qué esperar de ellos.
Aquí no se andan con hipocresías y superficialidades para hacerte sentir bien. Claro, esto a veces es un arma de doble filo, pues dependiendo del momento o de la situación, te puede caer muy mal e incluso herir.
Considero que nosotros los latinos debemos aprender un poco más de esta manera de ser, pero de igual manera pienso que los alemanes deben aprender a tener más un poco de tacto en cómo decir las cosas y a ser más diplomáticos.