Nosotros los venezolanos cuando saludamos a alguien, sale automático de nuestra boca preguntar ¿cómo estás?, a lo que también sigue automático decir chévere ¿y tú?
Sin embargo, acá es diferente. Esa no es una pregunta que se hace a la ligera, es una pregunta que se toma en serio. No cualquier alemán te va a preguntar cómo estás, solo lo hará al que realmente le interese saber la respuesta.
Esto es algo que hasta el día de hoy me parece bastante particular de los alemanes. Es a veces hasta chistoso ver las caras que ponen cuando les preguntas espontáneo ¿cómo estás? Pelan los ojos, se quedan como tiesos por un segundo y después responden gracias.
Esto me ha pasado muchas veces, y en ocasiones para provocar una reacción pregunto ¿gracias qué? Gracias bien, gracias mal, gracias más o menos?…
En fin, los latinos tenemos mucho que aprender de los alemanes, pero los alemanes tienen definitivamente también que aprender de los latinos. Por ejemplo, la ligereza y la espontaneidad 🙂