Mi decisión de venir a Alemania no fue fácil. Hoy en día me siento feliz y agradecida de estar aquí, pero al principio (hace ya 13 años) me pegó muchísimo y la verdad se me hizo bastante difícil adaptarme.

Para empezar no sabía nada del idioma (y la verdad es que ni me gustaba). Sin embargo, desde el principio fue prioridad para mí el aprenderlo, pues estar dependiendo de otra persona para que te traduzca todo o estar limitada en las cosas cotidianas es frustrante y ciertamente desesperante.

Ya a los pocos días de estar acá empecé mi primer curso de alemán. Le puse toda la dedicación que hizo falta para aprenderlo bien y rápido, pero no era algo que me daba placer realmente (aquí entre nos, el idioma no te lo pone fácil con esa pronunciación tan poco melódica y esa gramática tan rara que tiene). Para mí el aprenderlo se sentía como una obligación, y no quería tener ese sentimiento.

Necesitaba algo que me ayudara a aceptar el idioma y a darle una asociación positiva para que el proceso de aprendizaje no se me hiciera tan pesado. Así que se me ocurrió comprar mi serie favorita en aquel entonces para empezar a verla en alemán. A esta idea llegué paseando por una tienda. Vi que la tenían en oferta, así que me compré varias temporadas.

Estoy hablando de Friends. Ya que conocía bien los diálogos y las situaciones de tantas veces que la vi en Venezuela, me ayudó muchísimo a aprender por asociación. Probé con diferentes opciones: audio en alemán con subtítulos en inglés, audio en inglés con subtítulos en alemán y audio en alemán con subtítulos en alemán. Todas las variaciones me parecieron útiles e importantes, y esto fue lo que definitivamente me ayudó a abrirme al alemán y a verlo con otros ojos. No pasó enseguida, sino que fue un proceso. Pero ya no un proceso “obligado”.

El alemán no es un idioma fácil. El y yo no tuvimos muy buen comienzo, pero con el tiempo le agarré cariño. Aprenderlo es vital para poderse integrar en Alemania, pero hay que darle la vuelta y ponerse creativo para que el proceso de aprendizaje sea agradable y no tan cuesta arriba.

A los que quieren aprenderlo o ya están en eso, ¡ánimo! ¡Sí se puede!