Una de mis cosas favoritas de acá tiene que ser definitivamente que puedes andar en la calle con un vestido, unos shorts o una falda sin andar escuchando piropos feos y babosadas de los hombres, y lo mismo aplica con las miradas.

Los hombres alemanes son en ese aspecto muy diferentes a los venezolanos y diría que a los latinos en general, son mucho más discretos si les llama la atención una mujer en la calle.