Y así de rápido cambia la vida, el mundo y todo lo que conocemos.

Así de rápido se pierde el sustento económico de muchísimas personas. Así de rápido se pierden las sonrisas y el miedo y la ansiedad invade la vida de muchos. Así de rápido la sociedad y la política valora las profesiones y ocupaciones que han estado marginadas por mucho tiempo. Así de rápido no se consiguen artículos vitales para la situación actual que siempre han estado a la disposición de todos, como guantes desechables, mascarillas, desinfectantes, alcohol y otros. Así de rápido el papel higiénico se convierte en el producto más preciado. Así de rápido se entiende el valor de la cercanía física, de un beso, de un abrazo. Así de rápido la gente se da cuenta de lo importante que es tener un buen aseo y modales higiénicos. Así de rápido el sistema educativo se paraliza y los hogares entran en el conflicto de tener niños en el hogar y tener todavía que asistir a un trabajo y no tener con quien dejarlos. Así de rápido se desmorona la arrogancia de muchos. Así de rápido llega la desolación a las calles, a la sociedad, a la vida. Así de rápido la ignorancia, incredulidad e irresponsabilidad de muchos se vuelve el factor determinante en la propagación de un virus que está cambiando y que cambiará la situación económica, política y social drásticamente del mundo en los próximos meses y años. Así de rápido la gente se vuelve hacia un Dios que ha ignorado y hasta del que se ha burlado por años, y así de rápido queda evidenciado lo frágil que es el ser humano.

Siento dolor por las vidas perdidas, siento dolor por las pérdidas económicas de los comerciantes, autónomos y otros, siento dolor por el aislamiento que afectará a muchos, siento dolor por la irresponsabilidad de la gente, siento dolor por todo lo que está pasando y que apenas está empezando, sin saber cómo se va a ir desenvolviendo todo.

Siento admiración y agradecimiento por los que ayudan, siento admiración y agradecimiento por los médicos, enfermeras y todo el personal del área de salud, siento admiración y agradecimiento por los que van a trabajar a supermercados, farmacias y otros con una sonrisa y buena disposición.

En esta vida no podemos dar nada por sentado y esta tragedia es un duro recordatorio de esta verdad absoluta, hoy tenemos, hoy somos, hoy estamos y mañana no sabemos… ¿Cómo vamos a actuar de ahora en adelante? ¿Qué aprenderemos de todo esto? ¿Cómo saldremos de todo esto? Solo el tiempo lo dirá…