- Son puntuales: respetan el tiempo de los demás. Si quedas con ellos a una hora, a esa hora estarán ahí. Ni más, ni menos.
- Pagan lo suyo: no andan con vivezas cuando se reúnen en locales. Cada quien sabe lo que consumió y paga exactamente por ello.
- Reciclan: se interesan por el medio ambiente y se toman muy en serio el tema del reciclaje.
- Son planificados: no andan en desorden, ni como vaya viniendo, vamos viendo. Todo está planificado y tiene su orden.
- Aman los animales: de hecho se dice que incluso aman más a los animales que a los humanos.
- Tienen un look sencillo: no se estresan por lucir perfectos ni artificiales. Le dan prioridad a un look natural.
- Son sinceros: a veces hasta un poco más de la cuenta, pero está bien porque sabes con qué estás tratando.
- No son babosos: los hombres en la calle no te acosan ni te dicen piropos feos.
- No son ruidosos: no te van a poner una música a todo volumen en la noche para atormentar a todos los vecinos, ni tampoco en el transporte público.
- Respetan el tráfico: tanto los conductores como los peatones respetan los semáforos y las señales.
- Son honestos: no andan por ahí agarrando lo que no es de ellos. Lo que encuentran lo devuelven y la mercancía de las tiendas está afuera sin que se la roben.
- Les gusta ayudar: hacen mucho trabajo de voluntariado y les gusta donar.
- Se ocupan en cosas útiles: les gusta mucho leer, hacer deporte y estar en contacto con la naturaleza.