La puntualidad es algo muy característico de los alemanes. Los horarios, el tiempo de los demás, los compromisos y citas se toman muy en serio aquí. Si uno queda con alguien para encontrarse a las 3 pm, es a las 3 pm, nada de 3:15 ni 3:30.

En Venezuela por ejemplo mucha gente acostumbra a decir, nos vemos tipo 3 pm y eso queda a la imaginación a qué hora será eso, el rango es muy grande…

Aquí no, el tiempo de los demás se respeta y la puntualidad es muy valorada. El que llega tarde, avisa y el que no avisa, difícil que un alemán se quede esperándolo.

¡Hasta los buses son puntuales en sus horarios!