Cuando tuve a mi niña en el 2015, me sirvieron de almuerzo en el hospital un plato que se convertiría en un constante en mi plan de comida. Ya conocía todos los ingredientes y no era realmente nada exótico. Ya los comía por separado con otras cosas, pero esta combinación en particular me encantó. Además es un plato que permite hacer variaciones con la forma de cocinar sus componentes.
¿Cuál fue entonces mi primer almuerzo como mamá? Un plato de papas al vapor, espinacas con crema de leche y 2 huevos fritos.
Cuando lo vi, me pareció super raro. ¿Cómo que huevos fritos para almorzar? ¿Y con papas y espinacas? La combinación me resultó extraña, no la conocía, pero comí maravilloso y desde entonces es un plato que comemos en casa con bastante frecuencia.
Todos los ingredientes los puedes preparar de diferentes maneras y así tienes variedad. Los huevos puedes hacerlos también duros o revueltos. Las papas las puedes hacer también salteadas, al horno, fritas o en puré, y la espinaca la puedes comer sin la crema de leche.
Otra manera en que la comí hace poco fue en forma de crema. Cociné todos los ingredientes y luego los licué, agregué sal y aceite de oliva y me quedó una crema buenísima. ¡Me encantó!
Esta receta de papas, espinacas y huevos nunca la había comido en ninguna parte, sea en casa de alguien o en algún restaurant. Pensé que era una creación del hospital, pero conversándolo con otros alemanes sí me dijeron que era algo típico de acá.
Sea cual sea la forma en que las prepare, es definitivamente mi receta alemana favorita y estoy feliz de que me dieron eso de comer en el hospital ????