Estos mercados toman lugar una o dos veces por semana a lo largo de todo el país, en las plazas principales de cada ciudad. En ellos se consiguen frutas, vegetales, miel, flores, quesos y algunos embutidos. Todo está fresco, precioso y proveniente de la región.
Los productos son más caros que en un supermercado tradicional, pero son orgánicos y no pasan por la cadena de distribución de los grandes establecimientos. Por ejemplo, aquí en Wiesbaden, son los miércoles y los sábados. Nosotros no siempre compramos ahí, pero de vez en cuando nos gusta apoyar la producción regional.